El tramo afectado representa un verdadero riesgo, tanto para quienes transitan por la ruta como para las familias que viven a pocos metros del asfalto.
Cansados de esperar una solución oficial, vecinos del barrio Eva Perón en Embarcación decidieron tomar la iniciativa y reparar con sus propios medios los peligrosos baches de la Ruta Nacional 34. Con carritos, tachos, palas y mucho esfuerzo, tapan los enormes cráteres con tierra y escombros para evitar accidentes.
“La ruta está destruida. Tenemos miedo de que un auto termine incrustado en alguna casa”, advirtieron preocupadas las vecinas, quienes ya no toleran la falta de respuestas por parte de las autoridades.
El tramo afectado representa un verdadero riesgo, tanto para quienes transitan por la ruta como para las familias que viven a pocos metros del asfalto. Mientras el deterioro avanza, la comunidad se organiza para hacer frente a la situación con lo poco que tiene, reclamando una urgente intervención estatal.
