El imputado se desempeñaba por bastante tiempo como docente en un establecimiento de la localidad de Tartagal.
Sin saber cuáles fueron sus verdaderas intenciones, la Justicia comprobó que una menor de edad mintió en una denuncia que estaba caratulada como abuso sexual con acceso carnal. Según constaba en el texto, la adolescente afirmó que no había sido una sola vez el abuso, afirmando que ocurrieron en varias oportunidades.
Una vez presentadas las pruebas y habiéndose pronunciado el equipo psicológico del CIF, la jueza Asusena Margarita Vásquez vocal de la Sala II del Tribunal de Juicio de Tartagal absolvió por el beneficio de la duda a un hombre de 32 años que se desempeñaba como profesor en esa localidad.
El acusado llegó a juicio acusado del delito de abuso sexual con acceso carnal (varios hechos) y la decisión se apoyó sobre todo en el resultado de la pericia psicológica. Es que de la entrevista efectuada en la víctima, los profesionales confirmaron que había mentido en su denuncia.