La fuerte suba del dólar y la persistente incertidumbre económica empujaron al límite el sistema de créditos hipotecarios UVA, al punto de dejarlo prácticamente inaccesible para la mayoría de los argentinos.
De acuerdo con un relevamiento del economista Andrés Salinas, los bancos privados ajustaron sus tasas de interés hasta ocho veces consecutivas, llevando el costo de financiamiento a niveles que hacen inviable el acceso a un préstamo para la vivienda.
Los créditos UVA están inalcanzables: tasas del 15% alejan el sueño de la casa propia
Bancos privados con tasas de hasta el 15%
Entidades como Galicia, Santander, Supervielle y Macro ofrecen actualmente créditos UVA con una tasa del 15%. Apenas por debajo se ubican Banco Patagonia (14%) y Banco Hipotecario (13,9%). Estos niveles se encuentran muy por encima del ingreso promedio de los trabajadores, lo que margina a una gran parte de la población del sistema crediticio.
Esta suba de tasas responde, según especialistas, a la necesidad de los bancos de cubrirse ante el riesgo inflacionario y la volatilidad cambiaria, factores que erosionan el valor real de las cuotas y dificultan la planificación financiera.
El Banco Nación, única alternativa accesible
En contraste con la banca privada, el Banco Nación ofrece una tasa del 4,5% para quienes acreditan sus haberes en la entidad, una cifra que lo convierte en la única opción viable en el contexto actual. Esta diferencia de más de 10 puntos porcentuales respecto al resto de las entidades consolida su rol central en el escaso acceso al crédito hipotecario.
Un mercado congelado por la crisis económica
El encarecimiento generalizado de los préstamos, sumado a la devaluación y a la suba constante de precios, paralizó de hecho el mercado inmobiliario para la clase media. Sin créditos accesibles y con un salario promedio que no acompaña la inflación, el sueño de la casa propia se aleja aún más.
Contexto adverso para nuevas familias y jóvenes
La situación impacta con fuerza en jóvenes y familias que buscan su primera vivienda, el segmento que históricamente dependió del crédito UVA desde su implementación. En este escenario, el mercado enfrenta un cuello de botella que limita tanto la oferta como la demanda.