A veinte días de las elecciones 2025 en Argentina, la conversación pública nacional ha sido acaparada por dos temas centrales, aunque solo uno parece resonar profundamente en el sentir ciudadano: la economía. Las expectativas económicas del país se encuentran, de acuerdo con la reciente entrega de Domingo de Datos de la consultora Zubán-Córdoba, en su punto más bajo.
La sociedad argentina se muestra "difícil y demandante", y sus proyecciones sobre la estabilidad futura reflejan una profunda desconfianza en la actual trayectoria del gobierno.
Desconfianza en la Economía y en la deuda
El foco de la preocupación económica se centra en la capacidad del Gobierno para gestionar sus compromisos financieros. Una mayoría contundente de los ciudadanos consultados considera poco probable que Argentina pueda cumplir con sus obligaciones de deuda durante el próximo año (2026). Específicamente, el 59,7% de los encuestados manifestó que el país "no podrá" afrontar sus deudas en 2026, mientras que solo el 38,2% opinó que sí será capaz de hacerlo.
Este escepticismo sobre la salud fiscal del país se complementa con una visión sombría sobre el estado de la crisis actual. Consultado sobre si "lo peor ya pasó", una amplia mayoría, el 65,3%, se encuentra en desacuerdo con la afirmación del presidente Javier Milei, sugiriendo que la población anticipa que las dificultades económicas persistirán o se agravarán. Solo el 32,6% considera que el momento más crítico ha quedado atrás.
Desafío a la credibilidad oficial
La desazón económica del electorado se traslada directamente a la credibilidad de los anuncios oficiales relacionados con la coyuntura social. El informe del INDEC sobre la baja de la pobreza, por ejemplo, fue recibido con un alto grado de desconfianza por parte del público. El 64,2% de los consultados expresó desconfianza ante el anuncio, frente a solo el 34,9% que manifestó confianza.
En una línea similar, la afirmación emitida por el gobierno de que el presidente Javier Milei habría sacado a 12 millones de personas de la pobreza fue rechazada por la mayoría de los argentinos. Un notorio 64,1% se mostró en desacuerdo con dicha afirmación, mientras que el 33,5% se manifestó de acuerdo. Este nivel de desacuerdo es casi unánime entre los votantes del balotaje que eligieron a Sergio Massa (98,8% en desacuerdo).
Desafío a la credibilidad oficial
La desazón económica del electorado se traslada directamente a la credibilidad de los anuncios oficiales relacionados con la coyuntura social. El informe del INDEC sobre la baja de la pobreza, por ejemplo, fue recibido con un alto grado de desconfianza por parte del público. El 64,2% de los consultados expresó desconfianza ante el anuncio, frente a solo el 34,9% que manifestó confianza.
En una línea similar, la afirmación emitida por el gobierno de que el presidente Javier Milei habría sacado a 12 millones de personas de la pobreza fue rechazada por la mayoría de los argentinos. Un notorio 64,1% se mostró en desacuerdo con dicha afirmación, mientras que el 33,5% se manifestó de acuerdo. Este nivel de desacuerdo es casi unánime entre los votantes del balotaje que eligieron a Sergio Massa (98,8% en desacuerdo).
El día después: urgencia de un viraje económico
La proximidad de las elecciones legislativas del 26 de octubre sitúa al oficialismo, La Libertad Avanza (LLA), en una posición delicada; actualmente, el 56% cree que LLA se encamina a perder los comicios. Más allá de los resultados electorales, las expectativas ciudadanas están enfocadas en la reacción del gobierno nacional el día después.
La población se divide entre quienes consideran que la administración debe cambiar de política económica o reestructurar el gabinete. La demanda de un cambio de rumbo es manifiesta: si el oficialismo no obtiene un buen resultado, tan solo el 12,4% de la población apuesta por mantener el curso actual de la gestión económica. Por el contrario, cambiar las políticas económicas es la acción requerida por el 17,6%.
Incluso los gestos de política exterior, presentados potencialmente como alivios económicos, son percibidos con indiferencia. Sobre el apoyo de Estados Unidos al gobierno nacional, un 64,6% de los encuestados cree que el acuerdo anunciado es solo simbólico y que no traerá inversiones reales al país.
Una encrucijada política y económica
Argentina se encamina a un proceso electoral que, más allá de definir bancas, podría marcar un punto de inflexión, ante un gobierno que no logra recuperar la iniciativa y una oposición que aún no presenta ideas económicas novedosas al electorado argentino.
Fuente: InformateSalta