El mandatario provincial reveló detalles desconocidos de las negociaciones previas a la campaña y apuntó contra los referentes libertarios por supuestos pedidos económicos, favores políticos.
El gobernador Gustavo Sáenz volvió a apuntar con firmeza contra los dirigentes Alfredo Olmedo y Carlos Zapata, a quienes acusó de actuar con "hipocresía, cinismo, mentira y maldad". En declaraciones radiales, el mandatario provincial aseguró que ambos dirigentes le solicitaron apoyo económico y político durante la última campaña electoral, al mismo tiempo que lo atacaban públicamente.
"Yo le voy a decir a la gente la verdad. A diferencia del señor Olmedo -y lo miro a los ojos-, él y Zapata fueron a verme en repetidas oportunidades para pedirme que los ayude con la campaña: fondos, publicidad, medios y cargos", sostuvo Sáenz.
"Me pedían incluso nombrar a una ex novia que vive en Hipólito Yrigoyen. Tengo muy buena memoria y tengo la obligación de decirle a la gente que no le mientan más", agregó.
El gobernador también afirmó que detrás de la candidatura de esa mujer hubo un acuerdo político con el kirchnerismo:
"Cuando esta chica no bajó fue porque le dieron la orden de no hacerlo. Ese fue un pacto con el kirchnerismo. Que vengan y me lo desmientan", desafió.
Sáenz señaló que el olmedismo pidió plata para fiscales, cargos en el Concejo Deliberante e incluso en la intendencia, sin aclarar a quiénes representaban los listados. "Me cansé de la mentira. En Salta nos conocemos todos. Que se sienten y me desmientan, porque nunca lo hicieron", remarcó.
El mandatario provincial también advirtió sobre el nuevo escenario político en la Legislatura, donde La Libertad Avanza sumó representación: "Esto puede ponerse más bravo, pero que se ponga bravísimo con la verdad. Me reconocen con transparencia a nivel nacional y digo las cosas de frente".
Finalmente, Sáenz recordó que Olmedo había reconocido una alianza con el kirchnerismo durante la campaña:
"Dijo que se unieron con el kirchnerismo para ganarme, y perdieron por 30 puntos. Que se hagan cargo. Trabajan con diputados nacionales en Buenos Aires y acá ni se saludan. Toda esta mentira es para la tribuna".
Con tono desafiante, el gobernador cerró: "Digo la verdad y espero que me desmientan. Nunca lo hicieron".