Según trascendidos, un oficial de servicio de la comisaría de la localidad de Aguas Blancas estaría en serios problemas por la fuga de un delincuente, quien sería el autor del asalto sufrido por una vecina de ese municipio, en la noche del lunes pasado.
Fuentes policiales revelaron a InformateSalta, que la vecina fue abordada por el ladrón cuando caminaba por el pueblo, cuando de pronto le salió al cruce el delincuente, el que directamente learrebató la cartera, previo forcejeo con la mujer, quien hizo todo para evitar el robo, pero dada su inferioridad física, nada pudo hacer.
Resignada, la mujer comenzó a caminar indignada por el atraco del que había sido víctima, circunstancias en que la fortuna le jugó a su favor, pues a escasos metros vio aparecer de una esquina al delincuente, muy cerca de donde estaba un grupo de efectivos de la Prefectura Naval.
Fue entonces que la mujer alertó a los uniformados sobre el robo sufrido, por lo que los prefectos entraron en acción y uno de ellos logro reducir al maleante, quien se había quedado con una suma de aproximadamente 100 mil pesos de la vecina, entre otros objetos de valor.
Tras ser reducido, el delincuente fue llevado hasta la comisaría local, donde el ladrón quedó esposado y a resguardo de los policías. Esto que parecía un final feliz, quedó muy lejos de serlo, pues al otro día, el prefecto que había tenido intervención en la detención del ladrón se presentó en la dependencia policial.
El uniformado explicó que, a pedido de sus superiores, debía labra un acta con la actuación que tuvo en el procedimiento,por lo que había acudido para tomar los datos del ladrón, entre otros detalles. La petición del colega, sin embargo, sorprendió al policía, pues no estaba al tanto de semejante proeza.
Se había escapado
Dada la insistencia del prefecto, el oficial mandó a contar los detenidos en esa dependencia y el número no había cambiado desde el fin de semana. Sin rastro del malhechor, el oficial finalmente decidió indagar con el oficial al que sucedió en el puesto.
Cuando lo interrogó sobre el detenido, su camarada, entre bostezos, reconoció la versión del camarada naval, pero su olvido no habría sido lo peor, sino que el ladrón que le había llevado, en un descuido, se le había escapado, así que no lo consignó como novedad.
Para revertir la falla de su compañero, trascendió que los policías fueron hasta la casa del ladrón, a quien, para su asombro se hallaba en casa y, encima, estaba sumamente dormido. Al entrar a la pieza, movieron un poco la colcha antes de despertarlo, momento en que vieron que aún tenía las esposas puestas, así que se lo llevaron para siga durmiendo, pero en el calabozo de la comisaría.