Una extensa investigación derivó en la desarticulación de una red de venta de estupefacientes que operaba en las cercanías de Villa San Antonio.
Los hechos, que se desarrollaron a lo largo de varias semanas, culminaron con la detención de ocho personas y el dictado de su prisión preventiva. Todo comenzó con la labor de personal especializado del SINAR 5B, quienes lograron reunir las pruebas necesarias mediante tareas de vigilancia encubierta y la implementación de "compras controladas", que es un método que involucra a un agente revelador para documentar las transacciones, se pudo constatar la actividad ilícita. Las evidencias acumuladas indicaron que siete hombres, cuyas edades oscilan entre los 25 y los 62 años, junto con una mujer de 25 años, se dedicaban a la venta de drogas en la mencionada zona.
El 13 de agosto se llevaron a cabo allanamientos simultáneos que resultaron en el secuestro de sustancias estupefacientes ya fraccionadas y listas para su comercialización, una considerable cantidad de dinero en efectivo y otros elementos que vinculaban a los detenidos con la actividad de tráfico de drogas. Este despliegue permitió no solo detener a los implicados sino también desmantelar puntos de distribución.
Durante una audiencia flexible y multipropósito la jueza de Garantías interviniente rechazó los planteos de nulidad que habían sido formulados por las defensas y modificó la calificación legal de los delitos investigados, por lo que los imputados serán investigados formalmente por el delito de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización.
En su sentencia la jueza ordenó la prisión preventiva para los ocho involucrados, quienes continuarán detenidos mientras avanza la causa.