No es inseguridad, es algo peor: conflictividad social terminal. Tras décadas, comenzó a manifestarse el precio del tráfico de drogas.
Un joven perdió la vida antes de ingresar al quirófano del hospital San Bernardo, luego de haber sido brutalmente apuñalado en barrio San Benito. El criminal, lejos de todo remordimiento, tras el ajusticiamiento se retiró del lugar en busca de la clandestinidad, aunque fuentes informaron anoche que ya estaría relativamente identificado.
El homicidio, según un vecino, fue de una brutalidad sin par, de una saña asesina desenfrenada que paralizó la manzana 306 del barrio San Benito.
Sobre calle Guillermo Mors, un joven ajustició a plena luz del día a un ocasional contrincante, por motivos seguramente banales que no vale la pena comentar, y tras asestar las heridas mortales a su víctima se alejó del lugar sin más trámites, seguido por las aterradas miradas de los ocasionales testigos.
Tras retirarse el homicida, vecinos intentaron prestarle ayuda al malherido joven y dieron aviso al 911.
Varios minutos después llegó la fuerza pública y la emergencia médica, que halló al herido agonizante. Aun así, intentaron lo casi imposible con los medios con los que cuentan, ya que las lesiones sufridas por la víctima eran verdaderamente graves.
El herido falleció antes de ser asistido en el hospital San Bernardo, adonde llegó en código rojo.
Tras la intervención policial y conocida la noticia del fallecimiento del joven —a quien fuentes consultadas identificaron como Carlos Cazabari— tomó intervención la Fiscalía de Graves Atentados contra las Personas de turno, que dispuso una serie de diligencias para identificar, primero, a la víctima y luego al supuesto agresor. Para este último se ordenó su captura inmediata, ya que se había dado a la fuga tempranamente. Sobre la calle Guillermo Mors quedaron charcos de sangre y un silencio sepulcral
Acordonada la escena del crimen, poco después del ataque permanecían allí solo los policías de custodia, a los que se sumaron los peritos del CIF.
El silencio y el huir de las personas tras una muerte joven a plena luz del día mostraron que la problemática en los barrios no pasa solo por la inseguridad, sino que existe algo peor: el hartazgo ante situaciones de violencia social nunca antes vistas. Borracheras, droga, ajustes de cuentas, peleas a toda hora, mujeres sin rumbo y un vecindario amordazado por el precio que se cobra la droga.
Situación de calle, un tema mayor
Desde el Ministerio Público Fiscal en tanto, informaron que se impartieron las directivas para esclarecer el hecho de sangre y documentar lo sucedido en pos de esclarecer un singular homicidio sucedido durante la tarde de ayer lunes en la zona sudeste de la ciudad de Salta.
Desde la Unidad de Graves Atentados contra las Personas se impartieron todas las directivas pertinentes para lograr el esclarecimiento de lo sucedido y solicitar la captura de un hombre sospechoso, que hasta el cierre de esta edición se encontraba en calidad de prófugo.
El fiscal penal 2 de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas en turno, Gabriel González, investiga las circunstancias en que un hombre fue gravemente herido en barrio San Benito de la ciudad de Salta, durante la tarde de ayer lunes, y falleció cuando era trasladado al hospital San Bernardo en código rojo.
Tras el reporte, el fiscal González le dio intervención a personal de Criminalística del CIF y a personal de la Unidad de Investigación UGAP para realizar las tareas de rigor en el lugar y dispuso además el traslado del cuerpo hacia el Servicio de Tanatología Forense del CIF, para realizar la autopsia, que determinará de forma fehaciente la causa del deceso.
Llama la atención que la violencia criminal recrudeció en los barrios y la misma se genera entre gente joven que se encuentra en situación de calle.