La reducción de pases libres de Saeta genera división y protestas entre estudiantes de la UNSa

La reducción de pases libres de Saeta genera división y protestas entre estudiantes de la UNSa

La reducción de pases libres de Saeta genera división en la UNSa: estudiantes denuncian exclusión, mientras que las autoridades defienden el acceso a quienes tienen trayectoria académica activa.

La reducción de un 40% en los viajes con pase libre universitario, producto de la desactivación por parte de Saeta de las tarjetas de beneficio gratuito para los estudiantes que no aprobaron al menos dos materias el año anterior, genera un fuerte malestar en los estudiantes de la Universidad Nacional de Salta (UNSa). La medida es vista por los estudiantes como un obstáculo para aquellos que realmente dependen de este beneficio para continuar con su formación académica. La situación también afecta a otros estudiantes terciarios, con una reducción de pase del 20%, pero la mayor parte de la baja se registra en la UNSa.

Claudio Mohr, presidente de Saeta, explicó que la reducción de los viajes con pase libre fue implementada como parte de una serie de ajustes que buscan garantizar que los estudiantes que realmente necesiten el beneficio puedan acceder a él

Los estudiantes critican la medida

Rachuan Elías, consejero directivo de la Facultad de Humanidades, expresó su rechazo a las nuevas normas, considerando que las exigencias impuestas son "injustas" y excluyentes. Según Elías, muchos estudiantes enfrentan circunstancias personales que dificultan su acceso a las dos materias requeridas para seguir siendo beneficiarios del pase libre. En su opinión, "es un derecho adquirido por ley, no un beneficio", y subrayó que la nueva normativa discrimina a aquellos que no han podido cumplir con los requisitos debido a dificultades externas, como la necesidad de trabajar para financiar sus estudios o situaciones personales que requieren que los estudiantes abandonen temporalmente sus estudios.

Elías también relató que, al principio de la implementación de la medida, muchos estudiantes que ya habían cursado carreras previas no pudieron acceder al pase libre porque el sistema de Saeta no los reconoció como ingresantes. Esto afectó a estudiantes de diversas carreras que, al haber cursado estudios anteriores, no pudieron renovar su pase. “El problema es que hay chicos que quieren ingresar a la universidad o cambiar de carrera, y no pueden acceder a los pases libres porque Saeta les exige que cumplan con una normativa que no se ajusta a todas las realidades de los estudiantes", explicó Elías.

El referente estudiantil también señaló que la medida podría tener consecuencias aún más graves, como un aumento de la deserción académica. Según él, muchos estudiantes no pueden afrontar el costo del transporte y esto representa una barrera económica para aquellos que dependen del pase libre para continuar con sus estudios. Elías agregó que las dificultades administrativas también juegan un papel importante en la implementación de la medida, ya que los estudiantes deben esperar que sus notas sean procesadas para que Saeta habilite el pase, lo que puede demorar meses y complicar aún más el acceso a este beneficio.

Exclusión y deserción

Elías fue contundente al criticar la medida, sugiriendo que, en lugar de incentivar el rendimiento académico, las nuevas exigencias "presionan y excluyen" a los estudiantes, afectando principalmente a aquellos que enfrentan dificultades personales. "Muchos estudiantes que son inteligentes y capaces, pero por razones fuera de su control no pudieron aprobar dos materias en un año, ahora se ven excluidos del sistema", explicó Elías. En su opinión, esta normativa no favorece la inclusión sino que crea un círculo de exclusión, afectando principalmente a aquellos con menos recursos o con circunstancias que escapan a su control.

Elías advirtió que, con la implementación plena de las nuevas reglas, muchos estudiantes siguen siendo excluidos del beneficio y la situación se ha vuelto aún más difícil para aquellos con menos recursos

La postura del Centro de Estudiantes de Ingeniería

Héctor Reyes, presidente del Centro de Estudiantes de Ingeniería, también se manifestó en contra de la reducción del pase libre y criticó la falta de acceso a la información y la ineficiencia del sistema. Según Reyes, el proceso administrativo es lento y problemático, ya que los estudiantes deben hacer trámites con turnos muy lejanos y, en muchos casos, se encuentran con que el sistema no reconoce su inscripción. "Desde Saeta nunca vimos una predisposición para ayudar, porque para ellos que no tengamos el pase libre es lo mejor", afirmó Reyes. Además, el referente estudiantil cuestionó la falta de responsabilidad de las autoridades universitarias, afirmando que los rectores y las autoridades superiores no apoyan adecuadamente a los estudiantes en la solución de estos problemas.

Reyes también planteó que, si hay una reducción en el número de beneficiarios, el precio del boleto debería bajar. "Si el 40% de los estudiantes no tiene el beneficio, entonces el precio del boleto debería ser más bajo. Con la reducción en la cantidad de beneficiarios, debería costar menos", argumentó. Asimismo, señaló que, debido a la falta de acceso a los pases libres, muchos estudiantes se ven obligados a optar por otros medios de transporte, como el Uber moto, lo que implica un costo adicional.

La respuesta oficial del Vicerrector Innamorato

Por otro lado, Nicolás Innamorato, Vicerrector de la UNSa, defendió la postura de la universidad y sostuvo que la medida no perjudica a los estudiantes que realmente lo necesitan. En diálogo con El Tribuno, Innamorato explicó que los estudiantes con "trayectoria académica activa" mantienen su pase libre, y que la universidad está trabajando de manera constante con Saeta para garantizar que los estudiantes que necesiten el pase puedan acceder a él. "Ningún estudiante que tenga trayectoria académica activa se va a quedar sin su boleto", afirmó Innamorato.

El vicerrector explicó que la reducción en los viajes reflejada por Saeta no se debe a una alta deserción académica, sino a que muchos de los estudiantes que ya se habían inscrito en la universidad no completaron sus estudios o no participaron activamente en los cursos. Según él, esta diferencia de cifras es un reflejo de los estudiantes que se inscribieron, pero no cumplieron con los requisitos académicos. "La reducción es simplemente de aquellos estudiantes que no han tenido trayectoria académica activa en la universidad", explicó Innamorato.

Además, el vicerrector destacó que los estudiantes que se encuentran en situaciones especiales, como aquellos que cambian de carrera o los becados, pueden hacer un reclamo ante la Secretaría de Bienestar Universitario para acceder nuevamente al pase libre.

Finalmente, mientras las autoridades defienden la medida como una forma de asegurar que el beneficio llegue a los estudiantes que realmente lo necesitan, los estudiantes continúan luchando por una solución más justa que contemple sus realidades y necesidades. Lo que queda claro es que hasta hace dos años había mucha gente que se inscribía y a lo mejor no terminaba de cursar pero si aprovechaba los viajes gratuitos.

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