La carne vacuna no aumentó en Salta en los últimos dos meses, pero eso no se tradujo en alivio para los bolsillos. Cortes como la costilla, el vacío o la paleta rondan entre los 11.000 y los 13.000 pesos el kilo en carnicerías barriales y supermercados, pero el consumo sigue en picada. Los carniceros coinciden en que esto tiene que ver con la pérdida del poder adquisitivo. La clientela pide por monto y no por peso: "Te dicen tengo seis mil pesos y piden para el día", sostuvieron los carniceros de los barrios.
Mario Cruz, propietario de la carnicería La Ternerita, en la calle Diario La Capital de Rosario casi esquina avenida Roberto Romero, explicó que desde hace dos meses los precios no se mueven. "En esa época había subido entre un 10 y 15 por ciento y se quedó ahí. Se está manteniendo el precio. Supongo yo que será porque se empezó a hablar de la posibilidad de traer la carne de Brasil, que era mucho más barata, ahí se frenó todo. Decían que el asado de allá era la mitad de lo que se vende acá. Al final no llegó esa carne, y había viveza por parte de algunos que aquí subían mucho el precio. Que la carne fuera más cara acá que en Brasil cuando en Argentina se crían los mejores animales, no era justo".
El carnicero hacía alusión al plan que comenzó a dar vueltas, por parte de funcionarios nacionales, sobre la posibilidad de importar cortes de carne a un costo muy bajo. Lo cierto es que esto no se está viendo en este sector del país, pero si en las provincias cercanas a la frontera con Brasil. Una cosa que decían los productores locales es que la calidad de la carne que entraría de Brasil nada tenía que ver con la carne nacional.
Precios
En la carnicería de Mario, el kilo de sobaco está en oferta a 9.300 pesos, el blando para milanesa, paleta o bife cuesta 11.000 pesos, y los cortes especiales como la pulpa o el peceto llegan a los 14.000. La costilla también ronda los 11.000 pesos el kilo, el vacío está a 13.000, mientras que la tapa de nalga y la tapa de asado, ideales para locro, se mantienen en 11.000. "Eso es lo más económico dentro de lo que es carne blanda o para asado. Es un precio accesible todavía", aseguró Cruz, aunque reconoce que no se traduce en más ventas.
"La gente vive el día a día. Vienen, pero se llevan lo justo para el almuerzo o la cena. Si son cuatro personas, te dicen 'dame seis mil pesos', medio kilito nomás. Antes pedían un kilo y guardaban para el otro día", relató. Las ventas bajaron considerablemente, y aunque el precio dejó de moverse, el contexto económico no ayuda: "Ya no se normaliza como antes. En una época remarcaba, borraba pizarra y así todo el tiempo. Por lo menos ahora la gente ya sabe cuánto va a pagar".
Y añadió "en un día malo, entran entre 20 y 25 clientes y en un día bueno 35. Dios y la Virgen quieran que esto mejore".
Clientes angustiados
Juan, carnicero del barrio El Tribuno, sobre la calle Diario El Clarín, coincide con su colega: hace dos meses hubo una suba de entre el 10 y el 20 por ciento, lo que significó unos 1.500 pesos más por corte, y desde entonces no hubo nuevos aumentos. "Yo vendo el sobaco a 10.000 pesos. Los cortes blandos especiales como la paleta o el cuadril están en 13.000, y la pulpa o el lomo entre 14.000 y 15.000. Tengo una carne molida común, sin grasa, que vendo a 9.000", detalló.
Pero los números no alcanzan. "Las ventas bajaron un montón. Esto tiene que ver con que la gente perdió el poder adquisitivo y ni hay miras de recuperarlo. En un buen día recibo entre 25 y 30 clientes, en uno malo entre 15 y 18. Yo tengo un promedio de 22 o 23 personas por día. Me piden lo más barato: molida, blando, y depende del cliente. Algunos llevan por kilo y piden que se lo divida en bolsitas para tres días. Otros piden en bolsas más grandes para freezar por meses", contó. Aun así, se mantiene optimista: "Yo tengo fe en que la situación va a mejorar".
En supermercados
Durante un relevamiento en supermercados céntricos y de la zona sur de la capital salteña, se comprobó que el kilo de peceto cuesta 11.999 pesos, el cuadril 14.299, la paleta 11.799, el lomo en tira 9.999 y la costilla 12.799. En una carnicería de cadena cercana al barrio Juan Pablo II, el peceto se ofrece a 12.000 pesos, la picana flaca a 11.200, la bola de lomo especial a 10.700, la pulpa y el lomo a 13.500, y la paleta a 10.700. También se encuentran cortes como la aguja a 6.000 pesos, la costilla especial a 9.200, el queperí, el vacío, el vuelito y la tapa de asado a 11.700, y la tapa de nalga a 10.700.
Frente a estos precios, muchos salteños recurren a opciones más económicas como el puchero, buscando alternativas para rendir los alimentos en casa. "Algunos clientes se quejan, otros ya están acostumbrados, lamentablemente. Algunos están muy apretados económicamente y se angustian más si tienen muchos chicos. Piden puchero común para cocinar pero que tenga carne, y yo les doy", contó Mario Cruz. Y agregó: "Lo que pasa es que sube la luz, el alquiler, todo está complicado. Dios y la Virgen quieran que esto mejore".
Mientras los precios se mantienen, el consumo sigue reflejando el pulso de una economía ajustada. En las carnicerías salteñas, la preocupación no es solo por cuánto cuesta el kilo, sino por cuánto alcanza para poner carne en la mesa cada día.